No sé qué ocurre con los viernes que por regla general no
son productivos. Debería haberme dedicado a estudiar y leer algunos artículos
para la universidad pero como soy así de chungo, me he dedicado a correr y
repasar toda la actualidad informativa y bloguera. He leído sobre la burbuja en la alta cocina y como esta ha bajado los
humos a aquellos que intentaron sumarse al carro de la alta cocina de Michelin.
Después me he acordado de otro tipo de Madrid que dejó la música para dedicarse
a diseñar y construir bicicletas a medida sin
ningún tipo de experiencia. He repasado de pe a pa todo el contenido de Feedly (para el que no lo sepa una app estupenda para seguir
los blogs que tienen a uno enamorado/a).
viernes, 28 de noviembre de 2014
miércoles, 26 de noviembre de 2014
La curva de motivación
La motivación sigue una curva que influida por una serie de variables,
puede ser lineal, marginalmente creciente o decreciente. En mi caso casi
siempre es marginalmente creciente. Sin embargo como todo crecimiento marginal,
llega un momento que el crecimiento es cada vez menor. Ese es mi caso.
Empecé perfectamente motivado para buscarme unas prácticas en Bilbao para
poder estar más cerca de mi princesa vasca. Mi búsqueda era muy extensiva e
incluso llegué a conocer bastante bien qué parques industriales hay en Vizcaya.
Sin embargo al no tener el carnet de vasco me discriminan e incluso los
enchufes me miran con temor de contagiarles algún virus catalán.
Al final esa curva de motivación pasa de ser creciente a ser plana y con
los días pasa a ser decreciente. Hoy ha sido ese día. Hay que añadirle varios
factores que tienen una gran influencia en la pendiente de mi curva
motivacional. Por un lado en menos de tres semanas me quedaré completamente
solo en clase, los que han sido hasta ahora mis nuevos compañeros de viaje se
irán por la puerta y solo algunos los volveré a ver. ¿Qué hay de los antiguos?
Desaparecieron en combate. Por otro lado, el hecho de ver a muchos amigos míos
hacer prácticas me produce unas inmensas ganas de estar como ellos, dejar las
aulas y empezar a trabajar.
Obviamente la vida de estudiante es la mejor del mundo per sin ninguna duda,
el mejor año como estudiante fue el año pasado. Este año estoy envuelto en
trabajos y más trabajos. ¿Os acordáis de los dibujos americanos cuando alguien
hace un volcán para el trabajo de ciencia? Pues yo hoy he hecho uno para la
presentación de una asignatura. Cuatro años de carrera para esto. Quiero dejar
la maldita aula 18 y hacer algo con este bendito cerebro.
Aunque hace una semana hablé de no volver a dejaros solos, no parece muy
creíble mi promesa si os he dejado solos durante toda esta semana anterior. Aun
así, este periodo desmotivacional y vaciado de cerebro me ha dado mucho en lo
que pensar. Por un lado he asumido que mi camino laboral es más incierto que el
futuro de Catalunya así que mejor no comerse el coco sobre ello. Por otro, he
decidido volver a darles una segunda oportunidad a las consultoras. Y por
último, abandonaré la búsqueda de prácticas hasta enero.
¿Hasta qué punto ha llegado mi locura para estar pensando en estudiar
cocina? Pues solo yo puedo saberlo pero un buen amigo mío con barba espesa y
mirada de asesino me dio un buen consejo que estoy en derecho de compartir. “La
clave está en aferrarte a tu estandarte y no soltarlo”. Esto significa que si
quieres conseguir un trabajo con el que sentirte satisfecho tienes que mantener
siempre en alto el estandarte que nos representa y desarrollarte en esa
dirección.
Estos últimos días también he estado pensando sobre el futuro de este blog. En un futuro no
muy lejano me gustaría convertir este blog en uno de viajes, comida y yo como
persona cool. Hablo de un futuro
porque actualmente mis viajes se resumen a poco más que ir a la Vascongadas.
Por otro lado hoy mismo, justo después de publicaros este post de explicaciones
divagantes, pienso volver a escribir. Os lo juro, lo haré y si el resultado es
lo que espero, quizás pronto os enseñe algo.
Hablando de las Vascongadas, la semana que viene asomaré el culo por ahí
arriba. A dos semanas y media de comenzar los exámenes finales yo voy a visitar
a la princesa. Con dos cojones.
Sin más que decir, debo irme y continuar tecleando.
Mucha fuerza a todos aquellos y aquellas que afrontéis exámenes finales.
Nos vemos en la batalla.
domingo, 16 de noviembre de 2014
Os debo una explicación
Estoy dos
semanas sin publicar una cochina publicación y llego con mi estupenda cara
bonita y un intento de barba que no llega y os publico algo. Así sin más,
porque sí. “Podrías dar explicaciones” me dijo la princesa vasca casi exigiéndolas.
Lo había pensado, os lo prometo pero no quería aburriros. No me había ido a
buscar el Santo Grial como hizo Aguila Roja al final de la última temporada.
Tampoco me fui a coordinar el aterrizaje de Philae de la misión Rosetta. La
verdad es que volví de Bilbao y vi un tsunami
desde la ventana del avión.
jueves, 13 de noviembre de 2014
Sobre cómo pisotearon nuestra presetanción y aún así salimos airosos
Para el programa de hoy necesitaremos los siguientes ingredientes: un tema
de presentación bastante complicado de entretener, que abarque varios aspectos de
los cuales puedas matizar a grandes rasgos así como enseñar doscientos ejemplos
gráficos; una fecha de entrega reducida que aporte nerviosismo entre los
miembros del grupo; hacerlo en inglés y finalmente tener otro grupo que presente
otro tema aburrido.
Llevas dos días pensando en cómo vas a introducir al público el tema de la presentación, a tus compañeros
y a ti. Piensas como puedes aplicar lo aprendido en tus sesiones de oratoria con Fernando. Te imaginas dando los buenos días, presentándote a ti
y al resto del grupo, gesticulando pero sin parecer Rajoy, moviéndote por el
aula, mirando a todo el público y enlazando el tema anterior con el próximo
tema que vais a presentar. Tus compañeros y tú habéis hecho un Powerpoint lleno
de animaciones e imágenes para darle la gracia que no tiene al tema de
exposición (la planificación fiscal agresiva).
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