viernes, 1 de agosto de 2014

Primeros de agosto

Se acabó julio y empezó agosto. Apenas queda la mitad del verano para empezar un nuevo curso académico del que espero mucho más que este simple verano. Siento como si apenas hubiera alcanzado mis expectativas veraniegas y a decir verdad, así ha sido. El único gran logro que he conseguido, ha sido este blog del cual comienzo a estar un poco quemado por el hecho de estar poco inspirado o directamente, porque no me lee ni el tato. Mientras escribo esto, descubro un segundo gran logro: este año estoy leyendo mucho y he retomado un hábito de lectura decente (o insuficiente en comparación con el de Sara). Aun así, el hecho que mi verano sea tan monótono, hace muy difícil escribir posts que hagan pensar a la gente “la vida de este tío mola”. Qué va, la vida de este tío molaba hasta hace dos meses. Ahora he de aguantar a gente mal follada ocho horas al día y comienzo a creer que se me está poniendo cara de mal follado.

Puede, que esté cometiendo el mismo error que cometí en junio cuando planee hacer de mi verano, un verano estupendo, lleno de proyectos grandes y locos que luego se quedaron en papel mojado por falta de tiempo. Sin embargo, una vez haya comenzado el último año de carrera (ni yo me lo creo), esos proyectos pueden volver a la luz.

Sí, cuarto año de carrera. Este año haré menos clases y después tendré seis meses de prácticas. El hecho de tener menos horas lectivas me permitirá dedicarme más tiempo. Mucha gente no consigue ver en mí, esa preocupación de la que hablo. Un año y medio más y habrá acabado la utopía estudiantil en la que vivo y entonces seré libre para tomar un nuevo camino. Si mi estancia Erasmus me enseñó algo académicamente hablando (aparte de leer una regresión multivariable y hacer una bibliografía como Dios manda) fue ser un caradura, maximizar mi tiempo y no ir a clase a calentar el asiento; preguntar al profesor y ser más autodidacta. Aprendí que si un tema te interesa, el profesor te da las herramientas para que profundices más en esos temas que te gustan y puedas preguntarle.

Así pues, este año me lo planteo como un aprendizaje a dos bandas, personal y universitario. Necesito conseguir unas prácticas que me atraigan personalmente y no quiero cometer el error de dejar que la misma universidad me busque cualquier cosa. Ya he estado acosando virtualmente a algunos HR directors y haciendo un poco de networking como hago con los tíos de Sara. Así mismo, estoy doblemente contento porque Sara ha conseguido arrojarse a sí misma un poco de luz de cara a sus planes futuros, cosa que me preocupaba. La seguridad que tiene en si misma crece exponencialmente y eso es cool al cuadrado.
Finalmente, la vena escritora que he desarrollado durante este año, sigue creciendo fuerte y dada la buena acogida que tuvieron la descripción de dos típicas señoras de clase media, seguiré desarrollando en privado algún escrito en relación a esta narrativa. Crear flow, leer muchísimo, corregir y crear hábito. Esa es la clave según Marina.

Así Javier, ¿Qué dices, estás contento o no? Ambas cosas. Contento porque viene un año muy interesante, un año que representa un final de ciclo y el inicio de nuevos retos. Por otro lado, ya he hablado de mis temores aunque estoy convencido de poder superarlos con mi seguridad al alza. Mi preciosa libreta Moleskine comienza a llenarse de mil y una ideas que decidí apuntar y me ayudan a recordar detalles y diferentes soluciones que voy pensando respecto a problemas varios. Estoy convencido que esta vez, mis proyectos grandes y locos no van a quedarse en la libreta y un buen plan de ejecución debe ayudarme a ello. Este año me compraré una agenda de papel, nada de Google Calendar.

He olvidado comentar que hace justo tres días, comencé a leer Las correcciones de Franzen, a quien descubrí gracias a mí blogger favorita. Es curioso porque jamás había leído a Franzen y cuando describí a Amparo o Ana, era ese mismo estilo de narración el que estaba buscando desarrollar. El libro es genial, y voy saborearlo mucho.


Me despido de vosotros, no sin antes disculparme a aquellos lindos gatitos que han leído este post de reflexión. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario