viernes, 12 de septiembre de 2014

He vuelto a fallar: cumple con tus hábitos

Hoy ya es viernes, ya no vale la pena, se están formando nubarrones en la montaña… ¿Os suenan este tipo de pensamientos? No seas mentiroso. Son excusas para no hacer algo que te habías propuesto hacer. En mi caso salir a hacer deporte. Soy absolutamente terrible, esto pesará sobre mi conciencia durante todo el fin de semana (pese y que para quitar peso a mi conciencia he estado haciendo unos cuantos ejercicios de mierda en casa).

El martes anuncié mentalmente mi vuelta a la vida sana y hacer dos días a la semana de running o bici. El martes fallé. Tenía tantas cosas que hacer y tanto de lo que ponerme al día que se me fue el santo al cielo. Entonces me autoconvencí que lo haría al día siguiente. Mentira. El Miercoles tenía un Skype con un amigo de Benny y después había quedado. El jueves tenía una reunión a las nueve y un Skype con Sara a las diez. Y de ahí llegamos a viernes, absolutamente convencidos, sin nada que entorpezca mi horario. Cuando parecía suficientemente motivado para cambiarme de ropa, me he tirado veinte minutos intentando transferir varios podcasts de mi queridísimo James Altucher. Para mi sorpresa, como todos los americanos, todo lo hacen en honor a Apple y sus podcasts solo se pueden reproducir con Itunes. Así pues he de encontrar la forma de convertirlos. Entonces he mirado por la ventana y he visto unos nubarrones en la montaña. He comenzado a dudar de la viabilidad de mi plan deportista y finalmente he pensado “Qué más da, la semana ya ha acabado, mejor empieza el lunes”. El lunes no falla, porque si el lunes fallo, voy a daros un euro a cada uno que me escupa en la cara. El lunes empieza todo y por lo tanto, ha de empezar de nuevo mi estupendo ritmo de vida sana que seguía en Cork. He decidido que haré dos días a la semana: un día de bicicleta y otro día corriendo. Los días en bici escuchando a James y los días de running escuchando una de las maravillosas listas de Spotify.

Mi problema de conciencia no es con el deporte, es con el hecho de no hacer lo que he dicho el día antes que haría. Además luego tengo la cabeza espesa por no haber salido de casa. Necesito salir de casa un rato cada día para ver un poco de vida. Ahora yo me siento en la terraza a leer y ya está, tomo el aire. Mañana participo como voluntario en una carrera solidaria (y no has ido a hacer deporte el día anterior, todos lo sabrán) y veré a todo esa gente corriendo y me motivarán y me dirán: Tú también puedes hacerlo.

¿Cómo hago para comprometerme con mis hábitos?



¿Cuántas veces se nos ha plantado en nuestras narices esa gruesa pared llamada pereza? Tírala a bajo como si estuviera hecha de cartón. Sal ahí fuera y haz lo que sea que tenías en mente hacer. Comprométete con tus hábitos y si hace falta recurre a alguna app que te recuerde tu compromiso cada día. Si eres Apple citizen Commit te la comerá bién. Vaya chistaco. Lift es menos racista y le van tanto los negros como los blancos (Android o Apple para quien no haya pillado la bromita). No te rindas y si te rindes vuelve a intentarlo. Tener estos hábitos extrarutinarios son estupendos para despejar la cabeza y darle a tu cabeza un soplo de aire fresco. Te lo dice uno que hasta hace un año hacía poco más que andar y acabó levantándose a las siete de la mañana dejando a una vasca en la cama para ir a correr. Esto va para los que son como yo: un crack. I am joking again, para estudiantes. Cuando veas que no te entra nada más en la cabeza,  sal a dar un paseo, correr, bici, pasear al perro (o en su defecto: gato, hurón, etc) durante una hora, lo que sea pero SAL.

Sara me acaba de llamar vago (en mayúsculas) vía Whatsapp, que deprimente.


¿Y tú? ¿Has intentado comprometerte con algún hábito y has sido fiel a él? ¿Cómo lo has hecho?

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