sábado, 13 de septiembre de 2014

Ser solidario por un día

Hoy ha sido un día muy completo. Acabo de escuchar el último podcasts de James Altucher quien afirma que es más satisfactorio escribir I-did Lists que no To-do Lists porque al hacer la segunda, nos frustramos al no completarla. Así que yo haré lo mismo y sacaré pecho con todas las cosas que he hecho.

Para empezar me he levantado a las 6:50 de la mañana un sábado por la mañana ¡Un sábado! Como ya había comentado hace dos días, me había apuntado de voluntario a una carrera solidaria con el objetivo de recaudar fondos para un niño llamado Pol. Aprovecho la gran cantidad de tráfico que tiene mi blog para dar a conocer su caso. Con el estómago lleno, mi vestimenta de falso runner y una ilusión máxima, me he plantado a las 7:57 en la playa. Me he encontrado a un hombre catalán hablando con acento vasco y lo he ayudado a montar todo el tinglado, he cargado 150 botellas de agua y otras 150 de Powerade y nos hemos ido a montar el avituallamiento de agua.

Entre tres docenas y media de mocas, hemos preparado toda la bebida. He visto muchísima gente correr, algunos lo llevaban mejor, otros no tanto, pero la intención es lo que cuenta, al menos eso dicen. Sin embargo, yo soy de los que piensa que esa frase es solo una consolación para las primeras veces. Hay que ir siempre a por el máximo. La edad de la mayoría de corredores rondaba los 35-55 años, una edad que desde hace unos pocos años es la que frecuenta los paseos y las playas a cualquier hora. Los que tienen más valor lo hacen por la mañana muy temprano, los que tienen aún más y más valor, lo hacen en las horas en las que pega más el sol y los que aún les queda fuerza de voluntad, salen al volver del trabajo por la tarde al atardecer. He visto abuelos que tranquilamente tendrían 70 años largos y podrían aparentar 60. Mi deseo es que pueda mantenerme al menos la mitad de bien que esos ancianos.

Me costó decidirme entre apuntarme como voluntario o no. Jamás había participado en un evento de este tipo y sentía vergüenza al no conocer a nadie de la organización dentro del evento. Recordé uno de los consejos que me dio un test de aptitud (“Alguna vez prueba a llegar hasta el final de tus objetivos) y me apunté. Probablemente habría estado más emocionante si hubiera participado en la carrera, pero ni siquiera para correr 6 quilómetros estaba preparado (pero sí que lo estoy para hacer 3. Ahora ya puedes reírte). Me ha encantado participar porque aunque no me conocieran de nada, me han tratado como si hubiera estado con ellos desde el primer día. Incluso me he llegado a sentir como si hubiera hecho algo muy grande (y de hecho todos lo hemos hecho) al salir en una foto con todo el equipo.

Mi gesto solidario no es de las únicas cosas que puedo añadir a mi I-did List de hoy porque apenas he descansado en casa 2 horas para después darme un chapuzón (posiblemente el último de verano) en la playa y después darnos un atracón de galletas tanto dulces como saladas y jugar al Uno hasta que ha anochecido. Hacía tiempo que no congeniaba tan bien con algunas de las personas que se encontraban conmigo hoy. Quizás es el efecto pareja que te permite hablar de temas exclusivos que no puedes hablar con otros.

El lunes comenzamos, hoy nos vamos de farra (lo añado a mí I-did List) y mañana será obligatorio aprovechar el último día antes del inicio de nuestra rutina. Volvemos a la capital catalana.

Ah sí, olvidaba añadir algo a la lista: he escrito en el blog.

Paz para todos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario