Aix…domingos,
cuan diferentes son los domingos de verano de los domingos de cole. Aquí en las
calles parece que se haya muerto alguien. Están desérticas. Estamos en vísperas
de comenzar la universidad o el colegio para aquellos que aún disfrutan de la
infancia. El tiempo tampoco acompaña, está nublado y escribo en el comedor a
oscuras como un periodista profesional iluminado únicamente por la luz de la
pantalla del ordenador mientras escribe a hurtadillas su próxima exclusiva. Aún
he de comprar material de clase, me encanta comprar material de clase porque
representa el inicio de nuevas rutinas y compromiso con mis tareas aunque
después se desvanezcan. Este año me niego a consumir el horrible café de la
cafetería de la universidad. De hecho, cualquier persona que beba café cada
mañana, sabe que eso no es café, es más bien barro.
Estos
últimos días he estado dando muchos consejos. Últimamente me siento más
empático con la gente. La gente viene a mí y me explica cosas y los veo igual
que yo: perdidos y hechos un mar de dudas. ¿Y quién soy yo para dar consejos?
Pues nadie pero estoy motivado y tengo unas ganas enormes de tirar hacia
delante. Les doy consejos sobre qué podrían hacer para intentar deshacer este
mar de dudas.
Por
ejemplo una antigua compañera de clase está asustada sobre su futuro. Quiere
conseguir unas prácticas y hay pocas plazas. De
hecho, le atrae principalmente una empresa. Me estuvo comentado las
razones por las que se sentía tan interesada por esa empresa y sin embargo teme
que con tan poca experiencia, se vayan a reír en su blanca cara. Le he
aconsejado que cogiera esas mismas razones que me ha explicado a mí y las utilice
para redactar una buena carta de motivación. Sin duda si utiliza las mismas
palabras que ha utilizado conmigo, conseguirá llamar la atención del
departamento de recursos humanos.
Otro
compañero de clase no está pasando por un buen momento, tanto amoroso como
académico. No le gusta la carrera que está haciendo. Asumámoslo, Administración
y Dirección de Empresas es un grandísimo truño y solo puedes aguantarla si después
de un año o dos, consigues encontrar una motivación en ella. A principios de
este año pasé por una crisis existencial. Quería dedicar mis esfuerzos al campo
de las finanzas porque pensaba que era el único que me haría rico y me llevaría
al éxito. Durante una clase de dirección financiera me di cuenta de lo mucho
que me aburría en ella. No sabía a donde iba, qué iba a hacer e incluso pasé
por un career advisor. Mil y una veces
se me han presentado pruebas que lo que a mí me va es un ambiente internacional,
con viajes, dirección, responsabilidad, planificación y DAR ORDENES. Por eso me
gusta Kevin Spacey. Volvamos a mí amigo. Le he recomendado que busque, que
busque algo que le llame la atención y vaya a por ello. Todos deberíamos
encontrar nuestro Proyecto Grande y Loco para motivarnos.
A Sara
también la he motivado a buscar su camino. Últimamente está desarrollando su
vena más creativa. Está inmersa en su proyecto de video. Me encanta está fotografía
porque aparece haciendo una de las cosas que más le gusta: grabar videos. Tiene
un perfil especialmente sexy en esta imagen. Puedo percibir la línea de los
labios que tanto me gustan o el pelo moreno que le cae por la espalda. Sara es
la segunda persona a la que le aconsejo empezar un blog. Ella está convencida
que se expresa realmente mal de forma escrita pero la única forma de mejorar es
escribiendo.
La princesa vasca concentrada mientras graba el skyline barcelonino |
¿Y quién
cuida de mí? Pues Sara con sus palabras de ánimo. Ella es quien me motiva
cuando más lo necesito. Me encanta darle mi apoyo. Esta mañana he estado media
mañana estrujándome el cerebro intentando sacar lo mejor de mí para escribirle
a Iberdrola una buena carta de motivación.
Hoy
todo el mundo se recoge pronto, algunos deben tener la mochila preparada, otros
no. Algunos estrenan estuche. Yo ya hace años que no tengo estuche. De hecho mi
Deuter tiene un bolsillo para bolígrafos. Me encanta mi mochila porque tiene
muchísimo espacio y con ella he viajado a muchísimos lugares. Incluso se ha
hundido en barro conmigo.
Os
dejo, mañana veré al repartidor del periódico hacer carrera conmigo mientras
bajo hacia la estación de tren; compartiré camino con aquellos otros miembros
del Renfe Club. Ojo al dato porque tengo nuevo compañero de viaje en el tren,
un viejo amigo de instituto que comienza mañana sus prácticas en ginecología. Le
he dicho que ante todo lleve guantes.
Sara
también comienza sus prácticas mañana. Mucha suerte.
Al
resto, espero que tengáis también un estupendo día. Hacer campana el primer día
no está éticamente permitido. Podéis hacerla el martes. Gracias por su
atención.
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