martes, 15 de julio de 2014

En busca del feedback perdido

Llevaba días pensando un nuevo título para el blog, pues este me parecía demasiado general y a la vez demasiado artificial y con el qué tampoco me sentía demasiado identificado. Esta mañana, me he iluminado y he decidido cambiarlo y hacer honor a esos dibujos animados que tanto me gusta por su humor tan travieso y adulto: Adventure time. Una de las cosas buenas que tiene el tener un blog tan joven y con tan baja audiencia, es que puedes hacer cambios de este tipo sin salir perjudicado o tus lectores monten en cólera por no encontrar la nueva dirección.

Hace un mes y medio decidí abrir este blog con la idea de continuar saciando esas ganas de continuar escribiendo que habían crecido a raíz de mi primer blog erasmusero. La idea era crear nuevos proyectos que hicieran de este verano algo diferente y renovador. El resultado ha sido estas 17 entradas (18 contando esta) de calidad muy variable y de las que sinceramente no sé muy bien cómo calificar yo mismo.

Como he comentado antes, de este blog he esperado obtener algo nuevo, algo que no he conseguido encontrar durante estos tres años de carrera y con la cual no me encuentro al 100% identificado. Quizás la culpa la tiene Miguel que compartió en Facebook un post de un blogger a raíz del cual descubrí a otros bloggers españoles, que me llamaron la atención. O definitivamente la culpa la tiene Sara que como dije al principio fue la que me dijo “Continua”.

Sin embargo, ya van 18 entradas y pese a que escribir se ha vuelto algo con lo que disfruto, también sufro esa falta de inspiración de la que he oído tanto hablar a través del universo blogger. Pese a que no busco hacerme famoso a raíz de este blog, ni tener 200 comentarios con cada entrada o 300 visitas, sí busco en este un poco de feedback. Me encantaría tener un poco de crítica de la mano de desconocidos que no tengan compasión y no me digan “Está bien” solo por pena.

Ya no solo soy un simple novatillo que escribe sin más en esta simple y fácil plataforma, ahora soy un novatillo al que el periodo de prueba se le ha agotado y busca hacerlo mejor. Echo un vistazo en otros blogs profesionales, de esos con decenas o cientos de visitas en un solo día y veo como lo tienen organizado para que sea más fácil obtener ese feedback del que os estoy hablando.

Para empezar, mi problema con las faltas de ortografía sigue siendo serio (aunque no tan serio como cuando suspendía los exámenes de castellano en la ESO por culpa de las faltas de ortografía). Ay señorita Lobato, que zorra era usted pero cuanto bien me hizo. Ocho años después, he logrado corregir (literalmente) ese aspecto. Aún así, cuando estos textos pasan el escáner made in Basque Country de Sara, se me pone la cara como un pimiento.

Si hay un blog que me ha ayudado a escribir mejor ha sido el de Marina. Tengo la teoría que Sara comienza a tener envidia de ella porque hablo muy bien de su blog. Yo le he dicho a Sara, que haga como todas esas youtubers británicas a las que sigue y que abra un canal para hablar de libros, pero nada, no me hace caso. ¡Maldita timidez! ¡Acabará con ella! En fin, si algo me enseño ese post de Marina, fue a escribir mejor y con ese estilo natural y personal que tanto busco.

Desafortunadamente, desde que empecé a trabajar, noto una falta de ideas e inspiración y mis días están pasando a ser demasiado normales como para atraer nuevas historias. Tengo la esperanza o la creencia, que esto cambiará una vez haya empezado mi cuarto y último curso.


Como escribió Salinger en uno de sus libros, me despido con amor y sordidez. 


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